lunes, 8 de septiembre de 2008

El cuento que no fue.

Antes que nada voy a hablar un poco de mí. No soy una persona normal, o por lo menos eso es lo que considero yo. Siempre me gustó ser distinta a los demás y eso fue una de las tantas causas que influyó en mi presente. Fui y sigo siendo una chica solitaria, puede que tenga amigos pero la soledad es mi mejor compañera.
Este año me di cuenta que pueden pasar tantas cosas, tanto buenas como malas, pero en mi vida no hay lugar para las buenas. Parece que fue hace mucho, cuando era realmente feliz. Lo tenía todo, estaba en la cima de mi vida, tenia miles de espectativas para mi futuro. De repente sin previo aviso mi vida cayó en picada, se derrumbó completamente y ya no tenía a nada ni a nadie para ayudarme a reconstruirla, lo perdí todo, todo lo que me había costado tanto conseguir, ya no iba a volver a ser la misma. Entre en un poso depresivo terrible, pero como soy muy buena fingiendo nadie se dió cuenta y hasta ahora siguen así. Ahí fue cuando comenzé con Ana y Mia, primero lo tome como una forma de manifestación, luego se volvió una obseción, ya no puedo evitar vomitar o tomar pastillas cada vez que ingiero algo. Es una tortura, un infierno. Y no puedo ni quiero salir, al fin y al cabo yo elegí esto. Yo decidí seguir el camino de Ana y soy culpable de cualquier cosa que me llegue a pasar en un futuro. Y acá estoy, con mi depresión y mi lucha contra la balanza. Acá estoy viviendo el día a día con toda la fuerza que me queda, cada vez es más poca. Los mareos se hacen peores, el dolor de garganta no me deja vivir, la anorexia se esta llevando parte de mi vida, pero a pesar de todo soy fuerte y voy a seguir a Ana hasta la muerte. ~

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